Banca March abrirá el jardín de su sede en Madrid hasta junio para contemplar cuatro obras de la escultora Lynda Benglis

Es la primera vez que las obras de la artista estadounidense se podrán disfrutar en España

PALMA, 8 (EUROPA PRESS)

La sede de Banca March en Madrid permitirá el acceso público a su jardín desde febrero hasta junio, para que los amantes de la escultura puedan disfrutar de cuatro obras de la artista estadounidense Lynda Benglis, de la que se podrá observar su trabajo por primera vez en España.

Banca March ha organizado esta exposición a las puertas de su centenario, que se celebra en 2026, y los interesados podrán visitarla dos días a la semana hasta el citado mes, según ha indicado la entidad bancaria en un comunicado.

«El compromiso histórico de Banca March con la cultura y el arte se pone de manifiesto en esta instalación de cuatro piezas de Lynda Benglis, concebida junto con Vande –firma internacional especializada en la venta privada de obras de arte y en la producción cultural–, en torno a la idea de las fuentes y el agua como símbolos evocadores del concepto de sostenibilidad», ha manifestado la entidad bancaria.

Durante este periodo, los visitantes podrán contemplar estas cuatro fuentes situadas en diferentes emplazamientos del jardín, una isla verde a la sombra de un emblemático edificio de principios del siglo XX, situado en el madrileño barrio de Salamanca.

El consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, ha asegurado que el hecho de que las esculturas de Lynda Benglis se exhiban en el jardín de Banca March «tiene mucho significado para la entidad y todo el sentido del mundo, ya que, tanto la idea de la exposición como la filosofía de la artista estadounidense, se imbrican a la perfección con la filosofía del banco y de negocio».

«Banca March nació en Mallorca, una isla del Mediterráneo, por lo que en su ADN está la vinculación al mar, el agua, y la necesidad de su conservación y muestra de ello es que en 2019 se creó Mediterranean Fund, un fondo de inversión pensado para conjugar sostenibilidad y rentabilidad, que invierte en los océanos como fuente de riqueza y en el agua como bien a conservar, escaso e imprescindible», ha añadido Acea.

La comisaria de la exposición, Anne Pontégnie, ha destacado que Lynda Benglis es «una figura colosal dentro de la escultura contemporánea». «Su trabajo puede interpretarse como un esfuerzo constante por capturar el movimiento, un intento de congelar y expresar el flujo, la encarnación de la vida», ha resaltado.

Lynda Benglis produjo la primera fuente en 1984 para la Exposición Mundial de Luisiana y la tituló ‘The Wave of the World’. Fue también su estreno con el bronce. Durante años, esta fuente se dio por perdida, hasta que apareció en una antigua planta de tratamiento de aguas residuales, en la ciudad de Kenner, a poco más de 20 kilómetros de donde estuvo instalada.

De su restauración se encargó la propia artista, quien la ha modificado para dar lugar a ‘Crescendo’ (1983-1984/2014-2015), una de las piezas que se mostrarán en el jardín de Banca March. Este megalito se convertirá casi en un objeto animado que dará la bienvenida al visitante en su paseo y descubrimiento del jardín del banco.

Otra de las esculturas, ‘Knight Mer’ (2007-2022), es una fuente de menor formato que puede recordar a cualquiera de los crustáceos o formas vivas con los que Lynda Benglis se cruzó en los pantanos de su Luisiana natal.

‘Bounty, Amber Waves y Fruited Plane’ (2021) son tres columnas formadas por vasos cónicos apilados por los que discurre el agua. Quizá uno de los conjuntos escultóricos «más conocidos y reproducidos» de Benglis, estas piezas resaltan por su monumentalidad, al alzarse casi ocho metros desde el suelo.

Completa la muestra ‘Pink Lady’ (2014), la única fuente realizada en poliuretano y de un sorprendente color rosa fluorescente cuya superficie rugosa recuerda a los montones de arena y barro expulsados por los cangrejos y crustáceos a la orilla del mar.

Benglis ha explicado que los agujeros que hacían los cangrejos eran «muy importantes para ella». «Al observar las aguas de las riadas, veía como extraían el barro y dejaban unos grandes agujeros, a veces de 30 centímetros de alto, cubiertos de barro burbujeante. Tenían textura, era algo muy románico», ha manifestado.

Sobre el origen y concepto de la muestra, la empresa Vande ha apuntado que la elección de estas cuatro fuentes monumentales de Lynda Benglis «no fue difícil».

«El exotismo de sus formas establecerá un fructífero diálogo con la vegetación de la que estarán rodeadas. La belleza de estas fuentes ha hecho que estas y otras piezas de la escultora ya estén grabadas en la retina de todos», han subrayado.

Desde Vande, se han mostrado «seguros» de que, al traerlas a Madrid, el público será capaz de «apreciarlas en toda su plenitud y matices, en particular los referidos al paisaje, al agua y a la importancia de sostener y preservar el mundo que nos rodea».