MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La contribución social de las grandes empresas españolas superó los 574.861 millones de euros en 2022, según datos de un informe elaborado por la Fundación CEOE y la Fundación PwC sobre ‘Cash flow social agregado de la gran empresa española’.
Asimismo, los ingresos generados por estas compañías se han redistribuido para emplearse en un 75,1% para la adquisición de bienes y servicios a proveedores (431.808 millones de euros), en un 13,9% para las aportaciones a las arcas públicas (79.854 millones de euros) y en un 7,6% para la remuneración a empleados (43.831 millones de euros), entre otros conceptos, lo que supone una aportación directa al PIB español.
Así, de todos los sectores de actividad, el principal agente beneficiado son los proveedores y prestadores de servicios, como señala el informe.
De esta forma, la cadena de suministro resulta el principal receptor del valor económico directo distribuido de la gran empresa española, seguido de los pagos a las administraciones públicas.
De estos, 31.454 millones de euros (39,4%) corresponden a tributos propios pagados (soportados) y 48.400 millones de euros (60,6%), a tributos de terceros (recaudados) por la actividad económica generada por las empresas.
En cuanto a los pagos a empleados, el estudio descuenta los impuestos asociados al empleo pagados por la gran empresa española, 15.439 millones, dado que se integran en la partida de pagos a las administraciones públicas.
Asimismo, el estudio subraya que la gran empresa española emplea, de manera directa, a más de 1.381.152 trabajadores, siendo el valor económico generado por empleado de 416.218 euros.
El informe destaca «la importante contribución que realizan las grandes compañías nacionales a la sociedad», para ello, estima el Cash Flow Social (CFS), una métrica que permite evaluar la creación de riqueza en los distintos grupos de interés y en la sociedad en su conjunto.
Para calcular el CFS agregado se ha seleccionado como muestra a las 40 principales compañías españolas por importe neto de su cifra de negocio, aunque dicha selección no incluye, por razones metodológicas, compañías del sector financiero.