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Sociedad: Día de la República de Kazajstán: celebrando el progreso y el camino hacia la prominencia mundial

(Información remitida por la empresa firmante)

Cada 25 de octubre Kazajstán conmemora el Día de la República, un día de importancia única, ya que marca el momento crucial en 1991 cuando Kazajstán proclamó su soberanía. Esta acción fue más que una declaración política; señaló el compromiso de la nación con su gente para forjar un destino que reflejase sus aspiraciones e identidad cultural. Este día simboliza el momento en que Kazajstán comenzó a ganar soberanía estatal y a afianzar su independencia, algo clave en la identidad nacional del país.

El restablecimiento del estatus del Día de la República, volviendo al calendario de días festivos de 2022, como principal día festivo del país viene dictado por la intención de restaurar la justicia y la memoria históricas, confirmando el compromiso de Kazajstán con la soberanía, la independencia y un futuro progresista. Kazajstán también celebra el Día de la Independencia el 16 de diciembre como día festivo, pero esta fecha ha adquirido un significado especial: un día de recuerdo a los héroes nacionales que dedicaron su vida a la lucha por la libertad del pueblo, por la restauración de un Kazajstán independiente.

El papel del Día de la República en el fortalecimiento de la identidad nacional y el orgullo del pueblo kazajo.

Actualmente Kazajstán se erige como la economía más grande de Asia Central. Desde que el país obtuvo la soberanía, la nación ha sido testigo de un aumento meteórico en los niveles de vida y sus ciudadanos han experimentado una mejora en la salud, la educación y la calidad de vida en general.

En el ámbito de la política doméstica, el camino de Kazajstán desde que el país obtuvo la soberanía, es notable. Establecer una república estable en una región históricamente caracterizada por imperios y confederaciones nómadas no fue un logro pequeño. La nación adoptó rápidamente una constitución, delineó los roles del presidente y el parlamento, y desde entonces ha llevado a cabo varias convocatorias electorales. El énfasis siempre ha estado en la unidad de la diversidad, asegurando que sus innumerables grupos étnicos encuentren voz y representación en el tejido político de la nación.

Los últimos años han sido especialmente transformadores para Kazajstán. El país ha logrado un progreso sustancial en su camino de democratización, ejemplificado por la implementación de reformas políticas de gran alcance, incluidas enmiendas constitucionales después del referéndum nacional del año pasado. Estos cambios han mejorado el tejido democrático de la nación al permitir diversas perspectivas políticas y al redistribuir el poder a favor del cuerpo legislativo electo. En línea con las enmiendas constitucionales, el país fue testigo de la elección directa de alcaldes rurales y la adopción de un modelo proporcional-mayoritario en las últimas elecciones parlamentarias. Esto marcó un cambio significativo en el panorama electoral de Kazajstán, permitiendo la participación sustancial de candidatos independientes y autoproclamados en las elecciones, un hecho que no tiene precedentes en la historia de la nación.

El compromiso de Kazajstán con el progreso también es evidente en la historia económica del país, que se ha ganado el reconocimiento internacional. Con vastas reservas de petróleo, gas, minerales y metales, la nación aprovechó efectivamente su riqueza natural. Los desarrollos estratégicos de infraestructura, las atractivas inversiones extranjeras y las iniciativas de diversificación impulsaron a Kazajstán a convertirse de un paisaje agrario en una potencia económica líder. La decisión de establecer Astaná como capital en 1997 simbolizó esta visión de futuro, fusionando maravillas arquitectónicas modernas con el espíritu indomable de las estepas.

Más recientemente Kazajstán se ha convertido en el principal destino de inversión de la región y en un importante centro financiero. Esto es el resultado de reformas e iniciativas concretas a lo largo de los años, incluida la creación del Centro Financiero Internacional de Astaná. Sin embargo, el camino está lejos de terminar. En su último mensaje al pueblo, titulado *Kazajstán justo: Ley y Orden, Crecimiento Económico, Optimismo Público*, el 2 de septiembre el presidente del país, Kassym-Jomart Tokáyev, esbozó los objetivos clave para el desarrollo de la nación, centrándose en el progreso socioeconómico sostenible. Un anuncio significativo fue el referéndum nacional del 6 de octubre sobre la construcción de una central nuclear.

También hay que destacar que antes el presidente propuso reformas económicas adicionales con el objetivo de promover la equidad, la inclusión y el pragmatismo. Describió los objetivos para diversificar la economía, fortalecer la industria y llegar a un crecimiento económico estable del 6-7%. El nuevo plan económico proporciona una visión clara para el desarrollo del país en los próximos tres años y tendrá ramificaciones más amplias para el desarrollo y la cooperación regionales. Estas transformaciones económicas, inspiradas en la visión del presidente de un Kazajstán justo, tienen como objetivo contribuir a la creación de una economía más equilibrada, sostenible e integrada a nivel mundial.

Desde 1993, Kazajstán ha atraído 441.000 millones de dólares en inversión extranjera directa, lo que indica una creciente confianza de los inversores en el país. Ahora Kazajstán es un centro financiero regional que ha atraído a más de 3.000 empresas internacionales de 82 países y más de 12.000 millones de dólares en inversiones.

El papel de los recursos naturales, como el petróleo, el gas, el uranio y los metales de tierras raras, en el crecimiento económico es grande. Kazajstán produce 18 de las 34 materias primas identificadas por la UE como *materiales críticos*.

En el escenario internacional Kazajstán ha grabado una identidad única a través de sus astutos esfuerzos diplomáticos. Al defender el desarme nuclear, evidenciado por el cierre del sitio de pruebas nucleares de Semipalatinsk y el abandono de su arsenal nuclear después de que el país obtuvo la independencia, la nación se posicionó como un defensor global de la paz. Inició la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia en 1992, un foro multilateral destinado a promover la paz, la estabilidad y la cooperación en la región de Asia. Además, Kazajstán ha fomentado la cooperación regional, desempeñando un papel importante en plataformas como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Económica Euroasiática. Al garantizar relaciones positivas con grandes potencias como Rusia, China, la Unión Europea y los Estados Unidos, Kazajstán se manifiesta como un puente entre Oriente y Occidente, ofreciendo una narrativa armonizadora en un mundo a menudo dividido.

En política exterior, el presidente Tokayev reafirmó el compromiso de Kazajstán con un enfoque pacífico y equilibrado, subrayando que *Kazajstán demuestra convincentemente su compromiso con una amplia cooperación multilateral en plena conformidad con la Carta de las Naciones Unidas*.

José Manuel Gutiérrez, Director de la revista GO TRAVEL.

jm.gutierrez@cardinaliacomunicacion.eu