(Información remitida por la empresa firmante)
SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
El barril de petróleo brent prevé un futuro «tranquilamente abastecido» aunque su precio tendrá libertad para fluctuar entre los 65 y 80 dólares ante posibles disputas geopolíticas, que podrían pasar por «una guerra arancelaria entre Estados Unidos y China o la imposición de altas sanciones a Irán», según ha explicado el director general de la consultora energética Tempos Energía, Antonio Aceituno.
En relación a este horizonte «marcado por el alto abastecimiento de petróleo», Aceituno ha recordado que la Agencia Internacional de la Energía sostiene que, «durante el año que viene, el excedente alcanzará los 950.000 barriles diarios (casi el uno por ciento de la oferta mundial), gracias a que los suministros fuera del cártel se expandirán aproximadamente un 36 por ciento más, liderados por Estados Unidos, Brasil, Canadá y Guyana». «Resulta muy complicado que la OPEP+ pueda reanudar la producción, ya que el excedente se elevaría a 1,4 millares de barriles diarios», ha apuntado el experto.
Con todo lo anterior, desde Tempos Energía apuntan a China como el país protagonista del panorama actual del crudo, debido a que «la velocidad de su transición hacia la movilidad eléctrica ha sorprendido en gran medida a los mercados». El país representará solo 108.000 barriles diarios del total del aumento de la demanda global de este año, una cifra que se encuentra muy por debajo de la participación típica de China del 40 por ciento en los cinco años anteriores a 2020. «Si China no crece a su tasa histórica, es casi imposible que el mundo avance a su ratio histórica», ha destacado Aceituno.
Por otro lado, la llegada del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, «añade incertidumbre en relación con el comercio, la inmigración y los impuestos, lo cual inyecta una potente dosis de volatilidad en la narrativa de la inflación, y por consiguiente, en el manejo de las tasas de interés». En este sentido, las proyecciones de inflación para el primer año de la nueva administración, han saltado del 2,10 por ciento anterior al 2,5 por ciento actual.
Para el director general de la consultora energética, «lo que verdaderamente sorprende del crudo es su parálisis actual, en contraste con la cantidad de riesgos significativos que afronta». Así, los futuros para el brent cotizan desde el pasado 25 de octubre en una delgada banda de alrededor de 4,30 dólares, lo que se traduce en que «el crudo aparece atrapado entre un mercado controlado por la oferta y pronósticos de superávit para el próximo año».
Por una parte, la OPEP+ está reduciendo el bombeo en un total de 5,85 millares de barriles diarios, o alrededor del 5,7 por ciento de la demanda mundial, y, por otra, el propio banco JP Morgan estima que el mercado pasará del equilibrio en 2024 a un exceso de 1,2 millares de barriles diarios en 2025. Además, la entidad prevé que la oferta de los países no OPEP aumentará en 1,8 millones el año que viene.
Con todo lo anterior, Aceituno ha advertido de que «los mercados siguen muy pendientes de la política de Estados Unidos hacia Irán, constituyendo este hecho una gran incertidumbre para la evolución de los precios». Irán ha aumentado su producción en los últimos dos años a 3,4 millares de barriles diarios y el mes pasado alcanzó la cifra de los 1,8 millones en sus exportaciones, por lo que una ecuación en la cual se aplique la máxima presión sobre Irán y la OPEP no recupere barriles, daría como solución automática un mercado ajustado.
Desde la consultora energética han recordado que el valor del crudo ha bajado un 16,82 por ciento desde principios de julio, viajando desde el máximo de los 88,66 dólares por barril hasta los actuales 73,75 dólares. En este contexto, las cotizaciones del Brent apuntan a continuar en el entorno de los 70 dólares por barril, si no se produce una fuerte recuperación de la demanda o acontecen cambios en las tensiones geopolíticas.
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